En vías de abonar a la lectura de la literatura de circo, y de revalorizar el patrimonio circense, compartimos este libro de Lily Franco, nacida y criada en el circo familiar.
“Yo escribía siempre. De chiquita escribía y leía, escribía y leía. Encontraba personas muy cultas donde alquilábamos. ¡En esas casas leí tanto!, a una edad en que era imposible asimilar semejante torrente de textos. Así hice mi cultura, sin llevar libros conmigo. Empecé a hacer notas y después me di cuenta del material precioso que había juntado. No pretendo ser investigadora, simplemente describolo que conozco.” - Lily Franco
Lilia Luisa Franco nació en Buenos Aires el 8 de abril de 1924 en el teatro Fénix de Flores. Su familia se dedicaba al circo criollo, recorriendo el país. La compañía logró popularidad a principios del siglo XX.
Lily Franco fue actriz y escritora, dedicó gran parte de su obra a la temática del circo, que fue el ámbito donde pasó su infancia y su juventud.1
“Ibamos de un pueblo a otro, alternábamos con el teatro y con la radio… Eramos caracoles”, describe.2
Aceptó el “inapelable destino” de la trashumancia circense. No vivía el viaje como una aventura, “el viaje era la rutina”. ¿Qué cosas trasladaban consigo? “Tenía un baúl enchapado en cobre que hacía de ropero. También llevábamos los catres plegables y las cosas de la cocina.” Cuenta su historia como si armara un rompecabezas. La imagen que va formando es un espejo y ella se mira: “Sé que soy actriz, pero no me lo propuse. Tal vez si hubiera nacido en otro ambiente hubiera sido escritora”.
Entre las obras literarias que publicó se encuentran: El Circo Criollo, Los Cirqueros, Canciones para Sandra, Cuento con Odio, Esperando a Esteban y Hoy comienza la vida.
En el circo, actuó en cientos de espectáculos, entre ellos, El Rosal de las Ruinas, Con las Alas Rotas y El Puñal de los Troveros, por citar sólo algunos. Su compañía llegaba a realizar tres obras diferentes en un día.
Recibió distinciones como el Premio Certamen Nacional de Teatro, el Premio de la Sociedad de Escritores de la Provincia de Buenos Aires y el Premio Municipal de Narrativa.
Colaboró en diarios y revistas del país y del extranjero como crítica literaria y se dedicó a la asistencia técnica teatral.
El Museo Histórico y de Ciencias Naturales Pago de los Lobos recordará a esta colaboradora con elementos que ella utilizó en su actividad teatral en la Sala que lleva en nombre de su madre.